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El 8 de noviembre de 2017 el Santo Padre Francisco autorizó a la Congregación para las Causas de los Santos al reconocimiento de la heroicidad de las virtudes, y por tanto a la declaración de Venerable, del P. Tomás Morales Pérez.
El decreto emanado por la Congregación fue leído después de la proclamación del Evangelio en la Santa Misa del 9 de diciembre, presidida por el Arzobispo de Madrid, Card. Carlos Osoro, y en la que concelebraron el Nuncio Apostólico en España, el Card. Antonio María Rouco, obispos y numerosos sacerdotes. Una masiva presencia de fieles abarrotó las naves de La Almudena para dar homenaje a ese Apóstol de la Capital que fue el P. Morales.
Ahora, con el reconocimiento de la práctica heroica de las virtudes teologales y cardinales, la Iglesia nos propone al Venerable P. Tomás como ejemplo a imitar: en él encontraremos luces para caminar por los senderos de la propia vocación y de la propia vida. Los santos, beatos venerables y siervos de Dios son como una carta de Dios Padre a sus criaturas, por eso descubrir la acción evangelizadora del nuevo Venerable entre los laicos se convierte en un mensaje de esperanza para el mundo y para la Iglesia.
El decreto emanado por la Congregación fue leído después de la proclamación del Evangelio en la Santa Misa del 9 de diciembre, presidida por el Arzobispo de Madrid, Card. Carlos Osoro, y en la que concelebraron el Nuncio Apostólico en España, el Card. Antonio María Rouco, obispos y numerosos sacerdotes. Una masiva presencia de fieles abarrotó las naves de La Almudena para dar homenaje a ese Apóstol de la Capital que fue el P. Morales.
Ahora, con el reconocimiento de la práctica heroica de las virtudes teologales y cardinales, la Iglesia nos propone al Venerable P. Tomás como ejemplo a imitar: en él encontraremos luces para caminar por los senderos de la propia vocación y de la propia vida. Los santos, beatos venerables y siervos de Dios son como una carta de Dios Padre a sus criaturas, por eso descubrir la acción evangelizadora del nuevo Venerable entre los laicos se convierte en un mensaje de esperanza para el mundo y para la Iglesia.