El XXI aniversario de la partida al cielo del Padre Tomás Morales –como a él mismo le gustaba decir– reunió a cientos de personas vinculadas a la Familia de Santa María. El 19 de septiembre ha sido un día de acción de gracias por la vida de este sacerdote jesuita que dedicó sus energías a luchar por la santificación de los laicos.
El entorno de la celebración no podía ser más apropiado, la hermosa sierra de Gredos a la que tantas veces subió este sacerdote en incontables campamentos. El tema de este año se enmarca dentro de dos eventos importantes: el Año de la Vida Consagrada y el 50 aniversario del nacimiento de los Hogares de Santa María, la rama familiar que surge del carisma del P. Morales.
Con el lema Testigos de la alegría, se presentó durante la fiesta un vídeo que recoge los testimonios de aquellas almas consagradas y sacerdotes que, de la mano del P. Morales, encontraron su vocación. Los testimonios que antecedieron al vídeo completaron el bosquejo del hombre que a todos había reunido esa mañana de sábado. La Santa Misa fue presidida por el arzobispo de Madrid, Mons. Carlos Osoro, que en su primera visita a este Albergue Aidamar animó a los presentes a ser fieles al carisma recibido.
El entorno de la celebración no podía ser más apropiado, la hermosa sierra de Gredos a la que tantas veces subió este sacerdote en incontables campamentos. El tema de este año se enmarca dentro de dos eventos importantes: el Año de la Vida Consagrada y el 50 aniversario del nacimiento de los Hogares de Santa María, la rama familiar que surge del carisma del P. Morales.
Con el lema Testigos de la alegría, se presentó durante la fiesta un vídeo que recoge los testimonios de aquellas almas consagradas y sacerdotes que, de la mano del P. Morales, encontraron su vocación. Los testimonios que antecedieron al vídeo completaron el bosquejo del hombre que a todos había reunido esa mañana de sábado. La Santa Misa fue presidida por el arzobispo de Madrid, Mons. Carlos Osoro, que en su primera visita a este Albergue Aidamar animó a los presentes a ser fieles al carisma recibido.