Las Cruzadas de Santa María vinimos a Córdoba hace tres años, era la primera vez que pisábamos tierra andaluza. Nuestra sorpresa fue ver cómo el P. Morales ya era conocido aquí y cómo sus escritos habían sido utilizados en la formación de los futuros sacerdotes.
Con mucho gozo el 1 de octubre de este año, en el que celebramos el 25º aniversario de su partida al cielo, abrimos nuestra casa a las personas que en este tiempo han tenido más relación con nosotras. Pudimos compartir esta celebración con 25 amigos y compañeros de nuestro trabajo y de las parroquias donde colaboramos de Córdoba.
La celebración fue muy sencilla: una Eucaristía presidida por el Vicario General de la Diócesis, D. Antonio Prieto Lucena, que nos hizo una semblanza estupenda del P. Morales y de su aportación específica a la Iglesia y al mundo actual. Destacó la confianza que puso en el potencial evangelizador de los laicos, su pedagogía para forjar personalidades integrales y maduras, especialmente en los jóvenes y agradeció el trabajo que las obras fundadas por él están realizando en la Iglesia. Todos salieron de la misma con deseos de conocer más y leer más al P. Morales. Seguidamente compartimos un ágape fraternal en el que todos pudimos estrechar más nuestros lazos de amistad y resolver dudas sobre nuestro fundador, ya declarado venerable.
Un momento de encuentro entrañable que a todos nos hizo crecer en deseos de mejorar y de seguir las huellas del Padre Tomás Morales.
Con mucho gozo el 1 de octubre de este año, en el que celebramos el 25º aniversario de su partida al cielo, abrimos nuestra casa a las personas que en este tiempo han tenido más relación con nosotras. Pudimos compartir esta celebración con 25 amigos y compañeros de nuestro trabajo y de las parroquias donde colaboramos de Córdoba.
La celebración fue muy sencilla: una Eucaristía presidida por el Vicario General de la Diócesis, D. Antonio Prieto Lucena, que nos hizo una semblanza estupenda del P. Morales y de su aportación específica a la Iglesia y al mundo actual. Destacó la confianza que puso en el potencial evangelizador de los laicos, su pedagogía para forjar personalidades integrales y maduras, especialmente en los jóvenes y agradeció el trabajo que las obras fundadas por él están realizando en la Iglesia. Todos salieron de la misma con deseos de conocer más y leer más al P. Morales. Seguidamente compartimos un ágape fraternal en el que todos pudimos estrechar más nuestros lazos de amistad y resolver dudas sobre nuestro fundador, ya declarado venerable.
Un momento de encuentro entrañable que a todos nos hizo crecer en deseos de mejorar y de seguir las huellas del Padre Tomás Morales.