Cada año en Dublín se organiza un congreso sobre la Divina Misericordia, al que acuden unas 600 personas. Junto con testimonios, actos litúrgicos, conferencias, hay un apartado que está dedicado a una exposición de los movimientos, los grupos y las figuras de la Iglesia de Irlanda. Este año por primera vez las Cruzadas de Santa Maria tuvieron un stand para dar a conocer la figura del Padre Morales.
En el stand tuvimos los libros del Padre que están traducidos al inglés, algunos folletos, la estampa etc. También habíamos preparado unos carteles para dar a conocer esta figura que puede hacer tanto bien en la Iglesia.
El resultado fue muy bonito. Muchos no conocían al Padre, así es que había que explicar todo – su pensamiento, su obra… y la verdad es que la gente se iba diciendo que eso de que los laicos tenemos que sentirnos responsables por la Iglesia, hacer visible a Cristo allí donde estemos. Muchos se fueron con la oración del Padre en la mano, y varios con algo más – los libros del Padre fueron un éxito. Algunos decían que ya le conocían, y que le rezaban todos los días, aunque no sabían dónde habían encontrado la oración.
Pero como siempre que nos salimos de nosotros mismos, los primeros beneficiados somos nosotros. El tener que condensar la figura y el mensaje del Padre Morales en tres frases para la mucha gente que venía preguntándonos nos hizo mucho bien, y la alegría de poder dar un testimonio de la belleza de este carisma dentro de la Iglesia nos llenó el alma. Gracias, Padre Morales, por ser fiel a las inspiraciones del Espíritu Santo.
Cruzadas de Santa María en Irlanda
En el stand tuvimos los libros del Padre que están traducidos al inglés, algunos folletos, la estampa etc. También habíamos preparado unos carteles para dar a conocer esta figura que puede hacer tanto bien en la Iglesia.
El resultado fue muy bonito. Muchos no conocían al Padre, así es que había que explicar todo – su pensamiento, su obra… y la verdad es que la gente se iba diciendo que eso de que los laicos tenemos que sentirnos responsables por la Iglesia, hacer visible a Cristo allí donde estemos. Muchos se fueron con la oración del Padre en la mano, y varios con algo más – los libros del Padre fueron un éxito. Algunos decían que ya le conocían, y que le rezaban todos los días, aunque no sabían dónde habían encontrado la oración.
Pero como siempre que nos salimos de nosotros mismos, los primeros beneficiados somos nosotros. El tener que condensar la figura y el mensaje del Padre Morales en tres frases para la mucha gente que venía preguntándonos nos hizo mucho bien, y la alegría de poder dar un testimonio de la belleza de este carisma dentro de la Iglesia nos llenó el alma. Gracias, Padre Morales, por ser fiel a las inspiraciones del Espíritu Santo.
Cruzadas de Santa María en Irlanda