La mística mariana es característica esencial de las Fundaciones del Siervo de Dios P. Tomás Morales: el amor a la Virgen centra y anima la vida de sus miembros. En efecto, el P. Morales decía que no es posible ser auténtico militante de Santa María si no se está plenamente enamorado de la Virgen, convencidos de las palabras de la Virgen María a Lucia de Fátima: “mi Corazón Inmaculado será tu refugio y el camino que te conducirá a Dios”. La devoción al Corazón Inmaculado de María, entre los llamamientos del mensaje de Fátima, forma parte de la espiritualidad de las Obras del P. Morales.
En particular, el santuario y el mensaje de Fátima han jugado un papel importante en la historia de las Fundaciones, que hunden sus raíces en la encina desde la que la Virgen habló a los pastorcitos. Precisamente en ese mismo lugar, el 1 de mayo de 1955 el P. Morales anunció a los primeros cruzados de Santa María que habían sido reconocidos por la Iglesia como realidad de vida consagrada. A los pies de la Virgen, en la capelinha, aquellos jóvenes recogieron el mensaje que Ella trajo a los pastorcitos.
Anteriormente la Virgen de Fátima ya había entrado en la vida del P. Morales. En la Facultad de Teología de Granada de la Compañía de Jesús era costumbre que la ordenación sacerdotal se hiciera en la vigilia de la Virgen del Carmen.En ese año, 1942, el 13 de mayo se conmemoraba el XXV aniversario de la ordenación episcopal del Papa Pío XII. El Prepósito General de la Compañía de Jesús, a petición de los estudiantes del Colegio Romano, pidió la gracia de poder anticipar la ordenación de los estudiantes, que deberían haberla recibido al fin del año académico, para que también ellos pudieran celebrar la Santa Misa en el jubileo episcopal del Papa. De este modo, la Virgen de Fátima permaneció vinculada al sacerdocio del Padre Morales, que eligió como lema sacerdotal Ad Iesumsacerdotem per Mariam. He aquí por qué solía predicar los Ejercicios espirituales ignacianos –apostolado específico de sus Fundaciones- teniendo en la capilla una de las estatuas peregrinas de la Virgen de Fátima.
Del mensaje de Fátima, propuesto por el P. Morales como mensaje de esperanza y de amorosa advertencia, indudablemente evangélico, él recordabay transmitía en particular la llamada al perdón, a la oración y al sacrificio, como pidió varias veces la Virgen a los tres pastorcitos: “Rezad, rezad mucho y haced sacrificios por los pecadores, porque muchas almas van al infierno porque no hay quien se sacrifique por ellos” (4 de agosto de 1917), “¿Queréis ofreceros a Dios,estáis dispuestos a soportar todos los sufrimientos que Él quiera mandaros en reparación de las ofensas que se cometen contra el Inmaculado Corazón de María?” (13 de mayo de 1917), y “Jesús, es por tu amor, por la conversión de los pecadores, en reparación de los pecados contra el Inmaculado Corazón de María”.
Además de este aspecto de ofrecimiento permanente por los pecadores con la súplica de María siempre en el Corazón, en las Obras del P. Morales se subraya, se vive y se propone la llamada a la conversión, es decir, a la reforma de la propia mentalidad según el Evangelio, a cambiar el propio modo de pensar y los propios gustos, según la voluntad de Dios. (cfr. P. Tomás Morales Pérez, Semblanzas de Testigos de Cristo para los nuevos tiempos, vol V, Ed. Encuentro 1994-2011, pp. 55-66).
En la formación de las Obras del P. Morales se transmite íntegro el mensaje de Fátima, proponiendo como modelo para imitar la fidelidad de los pastorcitos, que con responsabilidad y madurez de fe, responden pronta y diligentemente a las peticiones de la Virgen: “Si hacéis lo que os diga se salvarán muchas almas y habrá paz”. Una exhortación a la responsabilidad y al apostolado, sobre todo en favor de los que están lejos de Dios y de su amor; una llamada a la santidad sobre las huellas de Jacinta y Francisco, quienes comprendieron a la luz de la fe que eran miembros del Cuerpo Místico que es la Iglesia; de aquí, el deber de contribuir según las propias fuerzas a la salvación de las almas.
La Campaña de la Visitación (del 31 de mayo al 7 de octubre), ideada por el P. Morales, recuerda la actitud de servicio y disponibilidad de la Virgen hacia su prima Isabel y, para los miembros de la de cada una de las Fundaciones, consiste en ser puente entre Dios y los jóvenes, acercándolos a los sacramentos y proponiendo con el propio testimonio un nuevo estilo de vida. La campaña tiene dos objetivos: uno próximo, es decir, que la Virgen se apiade de la juventud liberándola de la vulgaridad, del egoísmo, de otras esclavitudes actuales de hoy día; otro lejano, evangelizar según el Corazón de Cristo y de la Virgenel verano –todo el periodo que dura la Campaña-. Tales medios, vividos con alegría, coherencia y sencillez, son los mismos del Mensaje de Fátima: la oración constante por los jóvenes a través del Corazón Inmaculado de María, ofreciendo también pequeños sacrificios por ellos, a imitación de los tres pastorcitos: ninguna queja de cosas, personas o circunstancias; dominar el ocio propio del periodo estival; la renuncia a sí mismo por el bien del otro.
Además de las peregrinaciones anuales al santuario de Fátima, en cada Hogar de la Cruzada-Milicia de Santa María se celebra la Misa de Santa María en sábado en reparación de los pecados contra el Inmaculado Corazón de Maríae, igualmente, el rezo cotidiano del Rosario, petición del mensaje de Fátima: “Recitad el Rosario todos los días, para obtener la paz para el mundo y el fin de la guerra” (13 de mayo de 1917).
En particular, el santuario y el mensaje de Fátima han jugado un papel importante en la historia de las Fundaciones, que hunden sus raíces en la encina desde la que la Virgen habló a los pastorcitos. Precisamente en ese mismo lugar, el 1 de mayo de 1955 el P. Morales anunció a los primeros cruzados de Santa María que habían sido reconocidos por la Iglesia como realidad de vida consagrada. A los pies de la Virgen, en la capelinha, aquellos jóvenes recogieron el mensaje que Ella trajo a los pastorcitos.
Anteriormente la Virgen de Fátima ya había entrado en la vida del P. Morales. En la Facultad de Teología de Granada de la Compañía de Jesús era costumbre que la ordenación sacerdotal se hiciera en la vigilia de la Virgen del Carmen.En ese año, 1942, el 13 de mayo se conmemoraba el XXV aniversario de la ordenación episcopal del Papa Pío XII. El Prepósito General de la Compañía de Jesús, a petición de los estudiantes del Colegio Romano, pidió la gracia de poder anticipar la ordenación de los estudiantes, que deberían haberla recibido al fin del año académico, para que también ellos pudieran celebrar la Santa Misa en el jubileo episcopal del Papa. De este modo, la Virgen de Fátima permaneció vinculada al sacerdocio del Padre Morales, que eligió como lema sacerdotal Ad Iesumsacerdotem per Mariam. He aquí por qué solía predicar los Ejercicios espirituales ignacianos –apostolado específico de sus Fundaciones- teniendo en la capilla una de las estatuas peregrinas de la Virgen de Fátima.
Del mensaje de Fátima, propuesto por el P. Morales como mensaje de esperanza y de amorosa advertencia, indudablemente evangélico, él recordabay transmitía en particular la llamada al perdón, a la oración y al sacrificio, como pidió varias veces la Virgen a los tres pastorcitos: “Rezad, rezad mucho y haced sacrificios por los pecadores, porque muchas almas van al infierno porque no hay quien se sacrifique por ellos” (4 de agosto de 1917), “¿Queréis ofreceros a Dios,estáis dispuestos a soportar todos los sufrimientos que Él quiera mandaros en reparación de las ofensas que se cometen contra el Inmaculado Corazón de María?” (13 de mayo de 1917), y “Jesús, es por tu amor, por la conversión de los pecadores, en reparación de los pecados contra el Inmaculado Corazón de María”.
Además de este aspecto de ofrecimiento permanente por los pecadores con la súplica de María siempre en el Corazón, en las Obras del P. Morales se subraya, se vive y se propone la llamada a la conversión, es decir, a la reforma de la propia mentalidad según el Evangelio, a cambiar el propio modo de pensar y los propios gustos, según la voluntad de Dios. (cfr. P. Tomás Morales Pérez, Semblanzas de Testigos de Cristo para los nuevos tiempos, vol V, Ed. Encuentro 1994-2011, pp. 55-66).
En la formación de las Obras del P. Morales se transmite íntegro el mensaje de Fátima, proponiendo como modelo para imitar la fidelidad de los pastorcitos, que con responsabilidad y madurez de fe, responden pronta y diligentemente a las peticiones de la Virgen: “Si hacéis lo que os diga se salvarán muchas almas y habrá paz”. Una exhortación a la responsabilidad y al apostolado, sobre todo en favor de los que están lejos de Dios y de su amor; una llamada a la santidad sobre las huellas de Jacinta y Francisco, quienes comprendieron a la luz de la fe que eran miembros del Cuerpo Místico que es la Iglesia; de aquí, el deber de contribuir según las propias fuerzas a la salvación de las almas.
La Campaña de la Visitación (del 31 de mayo al 7 de octubre), ideada por el P. Morales, recuerda la actitud de servicio y disponibilidad de la Virgen hacia su prima Isabel y, para los miembros de la de cada una de las Fundaciones, consiste en ser puente entre Dios y los jóvenes, acercándolos a los sacramentos y proponiendo con el propio testimonio un nuevo estilo de vida. La campaña tiene dos objetivos: uno próximo, es decir, que la Virgen se apiade de la juventud liberándola de la vulgaridad, del egoísmo, de otras esclavitudes actuales de hoy día; otro lejano, evangelizar según el Corazón de Cristo y de la Virgenel verano –todo el periodo que dura la Campaña-. Tales medios, vividos con alegría, coherencia y sencillez, son los mismos del Mensaje de Fátima: la oración constante por los jóvenes a través del Corazón Inmaculado de María, ofreciendo también pequeños sacrificios por ellos, a imitación de los tres pastorcitos: ninguna queja de cosas, personas o circunstancias; dominar el ocio propio del periodo estival; la renuncia a sí mismo por el bien del otro.
Además de las peregrinaciones anuales al santuario de Fátima, en cada Hogar de la Cruzada-Milicia de Santa María se celebra la Misa de Santa María en sábado en reparación de los pecados contra el Inmaculado Corazón de Maríae, igualmente, el rezo cotidiano del Rosario, petición del mensaje de Fátima: “Recitad el Rosario todos los días, para obtener la paz para el mundo y el fin de la guerra” (13 de mayo de 1917).