«María os alcanzará un corazón puro y ardiente, un corazón delicado que la ame con locura, un corazón atormentado por la gloria de Jesucristo»
(Pensamientos, 564)
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Un gozo y una Madre
"Tomar a María como Madre, adentrarse en su Corazón virginal, es vivir el Evangelio, es hacerse niños. Si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el Reino (Mt 8,4). El niño, por instinto, se abandona confiado en los brazos del padre, en el corazón de la madre. El cruzado, para vivir su vocación lacial a la santidad, imita al niño. Hace por virtud lo que el niño practica por instinto. Se refugia en el Corazón de la Virgen, que le enseña a vivir abandonado en Cristo Jesús bajo la mirada del Padre."
Vida y obras de Tomás Morales, S.J. - II Obras pedagógicas - BAC
Hora de los laicos
Corazón de María, refugio e impulso
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Corazón necesitado de almas que le consuelen
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