«Transmitía el gran amor que tenía a la Virgen María y sabía transmitirlo con mucha fuerza, porque él lo vivía plenamente. Además, era muy buen pedagogo, porque sabía llegar a cada persona. Sus palabras ayudaban a crecer en la fe, a tener a nuestra Madre, la Virgen, como modelo y camino que nos lleva a Cristo. Creo que no dejaba indiferente a las personas que hablaban con él, porque sus palabras animaban a vivir muchos valores importantes: entrega, generosidad, superación, humildad y un largo etcétera. La sociedad carece de muchos de estos valores, por eso, las enseñanzas del Siervo de Dios P. Morales son plenamente actuales y muy necesarias. Su vida era una entrega total, sin reservas».
Dirigida espiritual de Salamanca
Dirigida espiritual de Salamanca